En nuestro anterior post, sobre CÓMO HACER TINTE NATURAL CON PIEL DE CEBOLLA, te mostramos los pasos necesarios para aprovechar un residuo habitual en nuestras cocinas como es la piel de cebolla, para extraer sus pigmentos y así poder teñir una prenda que ya no uses, para darle una nueva vida. Hoy vamos a contarte qué tienes que hacer para fijar el tinte al tejido y evitar que el tinte desaparezca con los lavados.
Se trata del MORDENTADO, un paso previo al tintado de la prenda, que ayuda a fijar los pigmentos en las fibras del tejido, de manera que el color no se desvanece con el tiempo ni con los lavados.
Si te interesa el teñido de telas con tintes naturales, es importante entender cómo funcionan los mordientes y fijadores.
¡Sigue leyendo porque esto te interesa!
Es importante tener en cuenta que sin mordiente, el tinte natural no se fijará correctamente en la tela y se desvanecerá rápidamente. Por lo tanto, el uso de un mordiente es esencial para asegurar que el color se adhiera a la tela de manera efectiva. En el caso de las fibras celulósicas o fibras de origen vegetal, como el algodón, el lino, el yute o el cáñamo, entre otras, el uso de mordientes es especialmente importante debido a su baja afinidad por los tintes. Hoy vamos a centrarnos en este tipo de fibras.
Cuando se aplica un mordiente a un tejido, éste actúa como una especie de puente entre la fibra y el colorante, facilitando su unión. Los mordientes tienen la capacidad de abrir los poros de la fibra y permitir que el tinte penetre con mayor facilidad en ella.
Entre los diferentes tipos de mordientes que se pueden utilizar, dos de los más comunes son la sal y el vinagre.
La sal, también conocida como cloruro sódico, es un mordiente común utilizado para la fijación de tintes naturales porque se disuelve fácilmente en agua caliente, lo que facilita su aplicación, además de ser un mordiente económico y fácil de conseguir.
El vinagre, por otro lado, es un ácido natural que puede ayudar a fijar los colores en las fibras de la tela. El vinagre es especialmente útil para teñir con tintes naturales ácidos, como los obtenidos de frutas cítricas. El vinagre también se disuelve fácilmente en agua caliente y es fácil de aplicar.
¿Cómo hay que hacer?
1 . MORDENTADO CON SAL: La sal es uno de los mordientes más utilizados en tintorería para fijar los colores naturales en las telas. Funciona especialmente bien con el algodón.
Para utilizar la sal como mordiente, primero debemos preparar un baño de fijación. En una olla, agregamos agua suficiente para sumergir completamente la tela o prenda que queremos teñir. A continuación, añadimos una proporción de sal adecuada. La cantidad de sal necesaria dependerá del peso de la tela y del tipo de colorante que vamos a utilizar.
Por lo general, se recomienda utilizar una proporción de una parte de sal por cada dieciséis partes de agua. Es importante disolver bien la sal en el agua antes de sumergir la tela.
Una vez que tenemos el baño de fijación listo, sumergimos la tela en él y la dejamos cocinar a fuego lento durante al menos una hora. Es importante asegurarnos de que la tela esté completamente sumergida en el agua durante todo el proceso de fijación.
Una vez que se ha completado el tiempo, sacamos la tela del baño de sal y la escurrimos suavemente para eliminar el exceso de agua.
Finalmente, sumergimos la tela húmeda en el baño de tinte natural que hemos preparado y la dejamos al fuego durante mínimo una hora removiendo el tejido de vez en cuando. De esta manera, conseguiremos un teñido natural y duradero.
2 . MORDENTADO CON VINAGRE: El vinagre es un mordiente natural que se encuentra fácilmente en cualquier hogar y que puede ser muy efectivo para fijar el tinte en telas y fibras. Al igual que la sal, el vinagre funciona aumentando la capacidad del tejido para retener el color.
Para utilizar el vinagre como mordiente, se recomienda preparar un baño caliente con una proporción de 1 parte de vinagre por cada 4 partes de agua. Una vez que el baño está listo, se sumerge la tela o la prenda en él y se deja remojando durante al menos una hora.
Después de que la tela ha sido tratada con el baño de vinagre, se debe enjuagar con agua fría y escurrir suavemente antes de sumergirla en el baño de tinte natural que hayamos escogido. No te preocupes por el olor, ya que este desaparecerá en cuanto acabe el proceso de tintado y laves el tejido.
Es importante tener en cuenta que la proporción de vinagre y agua puede variar dependiendo del tipo de tela y del color que se desee obtener. Experimenta con diferentes proporciones y técnicas para lograr los resultados deseados.
Una vez mordentados tus tejidos puedes dejarlos secar y almacenarlos para su posterior uso, pero no olvides marcarlos de alguna manera para diferenciarlos de los que no estén mordentados.
¡Pues ya lo sabes! si quieres lograr un teñido natural exitoso en tus telas, es fundamental el mordentado. La sal y el vinagre son dos opciones comunes y efectivas, pero también existen otros tipos de mordientes, que veremos en el futuro, que puedes utilizar dependiendo del tipo de tinte natural que estés usando y el tipo de tejido. Al comprender la importancia del mordiente y la elección adecuada de su uso, podrás crear telas teñidas hermosas y duraderas.